BUS MADRID

Comencé este proyecto en 2017. Cada día pasaba en el autobús más de dos horas, y empezó a interesarme  todo lo que rodeaba al mundo bus, por lo que empecé a dejar de leer en los trayectos: la literatura más real estaba ahí, la tenía delante, y me desconectaba de mi propia vida. Empecé a engancharme a todas las historias que se viven dentro, fuera, en la espera y en el trayecto, porque cada imagen era una pieza más del puzzle que forma Madrid.

El proyecto consta de cientos de momentos, que siguen sorprendiéndome cada día.